Desde este otoño tranquilo contemplo
las estaciones pasadas sin nostalgia
de los espejos fugaces que han huido.
Los días mas cortos y fríos; como esta vida,
viendo cómo se derrumba un pasado,
que no se puede reconstruir.
Caen las primeras nieves, el frío se instala
sobre la ciudad y mis huesos,
ahora recojo la leña de mis árboles caídos
por el viento del norte, traicionero y otoñal
la leña del pasado ya no calienta y apenas alumbra
este último refugio de mi Noviembre.
Inventario - balance: sólo quedan huecos,
vacíos, que alguna vez tuvieron vida.
Una vez busqué el mar y no lo encontré,
busqué caminos y en ellos me perdí,
cansado de buscar ya nadie me busca a mí.
Qué triste, aprender la vida tan tarde.
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