Fue un “domingo “, cuando dijiste adiós
a esta vida, tus ojos se cerraron
y el color de tu rostro se torno pálido,
tu alma voló pronto como esta oración.
Dejaste esta tierra dura y silenciosa
que te vistió de pena y de ternura,
te fuiste al cielo como toda diosa
por tener el corazón tierno y alma pura.
La vida es distinta desde tu partida,
los momentos felices se cruzan por mi mente,
te fuiste y me dejaste con la herida
que matará mi alma muy de repente
No volveré a verte nunca más,
y nunca más escucharas mi llanto,
Dios te llevo para llenarte de paz
y desde aquí te ofrezco mi canto.
Descansa en paz y deja tu dolor,
y recibe cada día mi oración,
fuiste mi sueño, mi gran amor
Divino tesoro no me cansare de llamarte,
y en silencio dejare correr mis lágrimas,
mi corazón dolido no permite dejarte,
pues no has muerto, es un sueño nada más.
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