Miradas conjuntas que se extravían
atracción nos invadía,
tan solo suspiros de pura pasión
que nos dejan la sensación.
El deseo de nuestros sentimientos,
quemaba nuestra voluntad,
invitando a nuestra vida el silencio,
dejando atrás la realidad.
Cruzamos nuestro cuerpos;
suben grados de locura
cuando miradas penetrantes
nuestras almas son excitantes.
El miedo se perdía,
y el control se desvanecía
nos miramos, nos acercamos,
mientras esa llama de amor subía.
Un beso cálido y atrevido,
nunca antes lo habíamos vivido,
un beso prohibido,
nos llevó a la triste melancolía,
de una relación que no existía.
0 comentarios:
Publicar un comentario