No sé hasta dónde alcanza
la inmensa comprensión con que me miras,
ni con qué voluntad me recompones,
ni cuánta es la amistad que me alimenta;
porque en la infinitud de nuestras penas
compartidas en mar - hecho jirones -
desgarradas en malecón y en quilla;
hay siempre un corazónm que nos da vida
aunque la misma vida se nos fuera.
Hoy me acuerdo de ti.
Viendo morir las olas
en su infinita calma y hermosura;
nadie sabrá jamás que en este duelo
entre arena y espuma,
ahogué en la inmensidad mi pena inmensa
y hallé tanto consuelo.
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